Declaración Ministerial de la PR21: Ministros se comprometen a lograr que las Américas y el Caribe sean más resilientes al riesgo de desastres
Diversos ministros y altos funcionarios de las Américas y el Caribe se comprometieron a lograr que sus países sean más resilientes a amenazas tales como terremotos, huracanes o pandemias, y renovaron su promesa de lograr los objetivos establecidos en el Marco de Sendai para la Reducción del Riesgo de Desastres 2015-2030, el plan internacional establecido para abordar la reducción del riesgo de desastres (RRD).
En una declaración durante la clausura de la VII Plataforma Regional para la Reducción del Riesgo de Desastres en las Américas y el Caribe, auspiciada por el Gobierno de Jamaica y que dio inicio el 1° de noviembre y finalizará el día de hoy, los ministros y altos funcionarios afirmaron “con preocupación” que “el costo humano y financiero de los desastres está aumentando rápidamente, atrapando a los países en un ciclo continuo de respuestas de emergencia y limitando a los gobiernos en sus capacidades para crecer y desarrollarse”.
Ministros y altos funcionarios de 29 países, de los cuales la mitad se ubica en el Caribe, reiteraron su “compromiso de lograr la meta del Marco de Sendai de reducir considerablemente el riesgo de desastre y la pérdida de vidas, medios de sustento y la salud, y en especial, reducir la mortalidad y el número de personas que resultan afectadas por los desastres”.
La PR21 es el evento más importante en las Américas sobre la reducción del riesgo de desastres y por primera vez se realizó de forma virtual. Una serie de mesas redondas y debates en línea plantearon y analizaron los retos y las necesidades de una región que es una de las más propensas a amenazas en todo el mundo. Unos 3.000 delegados intercambiaron ideas y mejores prácticas sobre la forma de fortalecer la resiliencia a los desastres e integrar la RRD tanto en los planes de recuperación como en la planificación del desarrollo.
Las Plataformas Regionales son uno de los elementos centrales del Marco de Sendai para la Reducción del Riesgo de Desastres, el cual fue acordado en 2015 como un plan esencial dentro de la Agenda 2030 de las Naciones Unidas para el Desarrollo Sostenible. Por primera vez, la conferencia acordó la celebración de un foro de jóvenes, el cual se realizó antes del evento de Jamaica y que, en adelante, se incluirá de forma permanente en las Plataformas Regionales de las Américas y el Caribe, con el fin de velar por que se escuche la voz de la juventud.
Esta declaración reconoció el reciente impacto que los desastres han generado en las Américas y el Caribe, lo que incluye la pandemia de la COVID-19, la erupción volcánica en San Vicente y las Granadinas, el sismo de 7,2 grados en Haití y los huracanes Eta y Iota en Centroamérica. La declaración mencionó los retos específicos que enfrentan los pequeños Estados insulares en desarrollo (PEID) del Caribe.
La pandemia de la COVID-19 es una manifestación de la naturaleza sistémica del riesgo que enfrentan todos los países y regiones, y ha destacado la urgencia de abordar el riesgo de desastres. En la declaración se manifestó que la recuperación de esta pandemia representa una “oportunidad para construir mejor” y los planes deben “fortalecer la reducción del
riesgo de desastres, ampliar los sistemas de protección social y contribuir al aumento de la resiliencia.
Aun antes de la pandemia, las Américas y el Caribe representaban el 50% de los daños económicos globales ocasionados por los desastres durante los últimos 20 años, y esta región ha debido pagar un precio particularmente alto debido a la COVID-19, la cual ha ocasionado un alto número de muertes y profundos trastornos económicos.
Los ministros y los altos funcionarios se comprometieron a “desarriesgar” las inversiones públicas y privadas y a crear entornos regulatorios propicios para la promoción de infraestructuras resilientes. Ellos también prometieron prestar apoyo para lograr un mayor financiamiento de la reducción del riesgo de desastres y mecanismos de transferencia del riesgo, así como la promoción continua de alianzas público-privadas, con el propósito de unificar esfuerzos contra el riesgo de desastres y daños a las infraestructuras y los servicios vitales.
También se fortalecerían los mecanismos para la gobernanza del riesgo, especialmente en zonas geográficas con un mayor grado de vulnerabilidad, a través de la participación de todos los sectores y a todo nivel.
Asimismo, la declaración reconoció el impacto desproporcionado que generan los desastres en las mujeres, los niños, los jóvenes, las personas con discapacidad, las personas mayores, las minorías sexuales, los migrantes, los pueblos indígenas y otras poblaciones y grupos vulnerables que históricamente han sido marginados, pero también destacó la importancia de estos grupos como “agentes de cambio”. Los desastres se han transformado en una de las causas principales del desplazamiento forzado de personas, lo cual requiere acciones concertadas en los ámbitos local, subnacional, nacional y regional.
Los ministros tuvieron en cuenta la declaración del foro de los jóvenes y los insumos de la juventud para el Plan de Acción Regional, que es la hoja de ruta de esta región para la aplicación del Marco de Sendai, junto con las perspectivas de diversos miembros de la sociedad civil y organizaciones de base y de mujeres sobre el plan, el cual se actualizó durante la reunión.
La declaración hizo énfasis en la necesidad de fortalecer la cooperación para el desarrollo internacional y la solidaridad para recuperarse de esta pandemia, luchar contra el cambio climático, abordar los factores subyacentes del riesgo y enrumbarse hacia la resiliencia, al redoblar esfuerzos para la implementación de la Agenda 2030.
La declaración también expresó su convicción sobre la importancia de fortalecer la cooperación norte-sur y sur-sur, al igual que la necesidad de seguir fomentando la participación de las organizaciones internacionales para apoyar las acciones identificadas en el Plan de Acción Regional para aplicar el Marco de Sendai.
Los ministros manifestaron lo siguiente: “Solo juntos los países y las personas de la región podrán llegar a ser verdaderamente resilientes”.